En un mundo lleno de distracciones y preocupaciones, la importancia de vivir en el presente a menudo se pasa por alto. Nos encontramos atrapados en la trampa del pasado y del futuro, preocupados por lo que fue y ansiosos por lo que podría ser, sin apreciar plenamente el regalo del momento presente que tenemos frente a nosotros.
El pasado ya no existe excepto en nuestros recuerdos y nuestras percepciones. Aunque puede haber lecciones que aprender y recuerdos que atesorar, vivir en el pasado puede ser una carga pesada que nos impide avanzar. Aferrarnos al pasado nos impide experimentar plenamente la vida en el aquí y ahora, impidiéndonos crecer, evolucionar y abrazar nuevas oportunidades.
Por otro lado, el futuro es solo un concepto abstracto que aún no ha llegado. Si bien es importante hacer planes y establecer metas, obsesionarse con el futuro puede generar ansiedad y estrés innecesarios. Nos perdemos en la preocupación por lo que está por venir, perdiendo de vista la belleza y la plenitud del momento presente que está justo frente a nosotros.
El verdadero regalo yace en el aquí y ahora, en la experiencia inmediata de la vida que se despliega ante nosotros en cada momento. Cuando aprendemos a vivir en el presente, cultivamos una profunda sensación de gratitud y aprecio por la belleza y la maravilla que nos rodea. Nos permitimos sumergirnos en la plenitud del momento presente, saboreando cada experiencia con una conciencia plena y una mente abierta.
Vivir en el presente nos libera del peso del pasado y de la ansiedad por el futuro. Nos permite dejar de lado las preocupaciones y las expectativas, y simplemente ser. Nos brinda la libertad de aceptar lo que es, sin juzgar ni resistir, y encontrar paz y serenidad en el momento presente.
Además, la práctica de vivir en el presente tiene numerosos beneficios para nuestra salud mental y emocional. Nos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, mejorar nuestra concentración y enfoque, y fortalecer nuestras relaciones interpersonales al permitirnos estar plenamente presentes con los demás.
Entonces, ¿cómo podemos cultivar una mayor conciencia del momento presente en nuestras vidas? La meditación, la atención plena y la práctica del yoga son herramientas poderosas que pueden ayudarnos a conectarnos con el presente y cultivar una mayor conciencia y serenidad. También podemos practicar la gratitud diaria, encontrando momentos de alegría y belleza en nuestras vidas cotidianas.
Carme Tuset
Fundadora y directora del centro Espacio Sistémico y Humanista. Licenciada en Psicología, formada en pedagogía sistémica, terapia Gestalt, chamanismo y Constelaciones Familiares directamente con Bert Hellinger.
Con más de 35 años de experiencia.