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DIFERENCIA ENTRE EGO Y AUTOESTIMA: CLAVE PARA UNA SALUD MENTAL EQUILIBRADA

La psicología ha explorado a fondo conceptos como el ego y la autoestima, que aunque relacionados, tienen significados y efectos distintos en nuestro bienestar emocional y en cómo lideramos nuestras vidas. Entender la diferencia entre ego y autoestima es crucial para cultivar una salud mental equilibrada y relaciones interpersonales saludables. En este artículo, analizaremos estos conceptos y cómo influyen en nuestra percepción de nosotros mismos y en nuestra interacción con el mundo.

 

 

¿Qué es el Ego?

 

El ego es una parte de nuestra identidad que se forma a través de nuestras experiencias, pensamientos y emociones. En la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, el ego actúa como el mediador entre nuestros deseos internos (ello) y las normas y expectativas de la realidad (superyó). El ego nos ayuda a funcionar en la sociedad, pero cuando está desequilibrado, puede llevarnos a comportamientos y actitudes negativas.

Características del Ego

  • Autoimagen Inflada: Un ego inflado se manifiesta cuando una persona se considera superior a los demás. Esta autoimagen desproporcionada puede llevar a la arrogancia y a la dificultad para aceptar críticas.
  • Dependencia de la Aprobación Externa: Las personas con un ego predominante a menudo buscan validación externa para sentirse valiosas. Su autoestima está ligada a la percepción y aprobación de los demás.
  • Defensividad y Competitividad: El ego puede hacer que las personas sean defensivas cuando se sienten amenazadas o desafiadas. También pueden ser altamente competitivas, viendo a los demás como rivales en lugar de compañeros.
  • Fragilidad Emocional: Un ego inflado es frágil y puede desmoronarse fácilmente ante críticas o fracasos, llevando a reacciones emocionales intensas y a veces desproporcionadas.

 

¿Qué es la Autoestima?

 

La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos basada en nuestra percepción de nuestras habilidades, valores y méritos. Es una evaluación interna que refleja nuestro sentido de dignidad y autovaloración. La autoestima sana se construye sobre la aceptación de uno mismo, tanto de nuestras fortalezas como de nuestras debilidades.

Características de la Autoestima

  • Autoaceptación: Las personas con alta autoestima aceptan sus cualidades y defectos. No se juzgan con dureza y reconocen que son seres humanos con áreas para mejorar.
  • Confianza Interna: Una autoestima sana se basa en la confianza en uno mismo, independientemente de la aprobación externa. Las personas confían en sus habilidades y decisiones.
  • Resiliencia Emocional: La autoestima proporciona una base sólida para enfrentar críticas y fracasos. Las personas con alta autoestima ven los errores como oportunidades de aprendizaje en lugar de amenazas a su valor personal.
  • Relaciones Saludables: La autoestima facilita la creación de relaciones interpersonales equilibradas, basadas en el respeto mutuo y la empatía. Las personas no necesitan dominar ni ser dominadas, sino que buscan relaciones de igualdad y apoyo mutuo.

 

Diferencias Clave entre Ego y Autoestima

 

El ego se basa en la percepción externa y la necesidad de validación de los demás, mientras que la autoestima se basa en la autoaceptación y el valor intrínseco. El ego busca constantemente la aprobación para sentirse valioso, mientras que la autoestima no depende de factores externos para 

 

El ego reacciona defensivamente a las críticas porque percibe cualquier feedback negativo como una amenaza a su identidad. La autoestima, por otro lado, permite aceptar las críticas constructivas y utilizarlas para el crecimiento personal. Las personas con alta autoestima pueden escuchar, reflexionar y aprender de las críticas sin sentirse disminuidas.

 

El ego tiende a ver a los demás como competidores o amenazas, lo que puede llevar a conflictos y relaciones tensas. La autoestima, en cambio, fomenta relaciones basadas en el respeto y la cooperación. Las personas con alta autoestima no sienten la necesidad de demostrar su valía a expensas de los demás y pueden disfrutar de relaciones más saludables y satisfactorias.

 

Para el ego, el éxito es una confirmación de superioridad y el fracaso una devastadora prueba de incompetencia. Esto puede llevar a una constante búsqueda de logros externos y a un miedo paralizante al fracaso. La autoestima ve el éxito como un resultado positivo y el fracaso como una oportunidad de aprendizaje, manteniendo una perspectiva equilibrada y saludable.

 

Cultivando la Autoestima y Regulando el Ego

 

El primer paso para desarrollar una autoestima sana y regular el ego es el autoconocimiento. Reflexiona sobre tus fortalezas, debilidades y valores. Entender quién eres te ayudará a aceptar y valorar tus cualidades únicas.

 

Trátate a ti mismo con la misma amabilidad y comprensión que ofrecerías a un amigo. La autocompasión fortalece la autoestima y reduce la dependencia del ego para la validación.

 

En lugar de temer a las críticas, busca retroalimentación constructiva y utilízala como una herramienta para el crecimiento personal. Esto te ayudará a desarrollar una perspectiva más equilibrada de ti mismo.

 

Rodearte de personas que te apoyen y te respeten es fundamental para desarrollar una autoestima sana. Las relaciones positivas te proporcionan un apoyo emocional valioso y refuerzan tu sentido de valía.

 

Valora el esfuerzo y el proceso de aprendizaje tanto como los resultados. Esto reduce la presión del ego por demostrar constantemente su valía a través de logros y te permite disfrutar del viaje del crecimiento personal.

 

Distinguir entre ego y autoestima es esencial para cultivar una salud mental equilibrada y relaciones interpersonales saludables. Mientras el ego busca validación externa y se muestra defensivo ante las críticas, la autoestima se basa en la autoaceptación y la confianza interna. Al enfocarnos en desarrollar una autoestima sana y regular nuestro ego, podemos liderar nuestras vidas con autenticidad, resiliencia y un sentido profundo de bienestar.

 

 

 

Carme Tuset

Fundadora y directora del centro Espacio Sistémico y Humanista. Licenciada en Psicología, formada en pedagogía sistémica, terapia Gestalt, chamanismo y Constelaciones Familiares directamente con Bert Hellinger.

Con más de 35 años de experiencia.