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EMOCIONES Y TOMA DE DECISIONES: CONEXIONES PSICOLÓGICAS

La toma de decisiones es una parte esencial de la vida diaria, desde las elecciones cotidianas hasta los grandes hitos personales y profesionales. Aunque a menudo creemos que nuestras decisiones se basan únicamente en el pensamiento racional y lógico, la realidad es que nuestras emociones juegan un papel fundamental en el proceso de toma de decisiones.

 

En este artículo, exploraremos cómo las emociones influyen en nuestras decisiones, los mecanismos psicológicos detrás de esta influencia y cómo podemos mejorar nuestra capacidad para tomar decisiones más equilibradas y efectivas.

 

Las emociones tienen un impacto profundo en nuestras decisiones, afectando tanto el contenido de nuestras elecciones como la forma en que las llevamos a cabo. A continuación, se presentan algunas formas clave en que las emociones influyen en el proceso decisional:

 

Las emociones actúan como un filtro que afecta cómo percibimos y procesamos la información. Cuando estamos felices, es más probable que veamos las situaciones de manera positiva y estemos abiertos a nuevas oportunidades. En contraste, si estamos ansiosos o deprimidos, es posible que percibamos las mismas situaciones como más amenazantes o desalentadoras. Este sesgo emocional puede hacer que la información que recogemos y evaluamos sea más favorable o desfavorable dependiendo de nuestro estado emocional.

 

Las emociones pueden llevarnos a tomar decisiones de manera rápida e instintiva, basándonos en respuestas automáticas más que en un análisis racional exhaustivo. Por ejemplo, un sentimiento de miedo puede llevarnos a evitar una situación sin evaluar objetivamente los riesgos y beneficios, mientras que una emoción positiva puede impulsarnos a asumir riesgos que de otro modo evitaríamos.

 

Las emociones afectan nuestra percepción de los riesgos y beneficios asociados con una decisión. La teoría del afecto, por ejemplo, sugiere que nuestras respuestas emocionales inmediatas a una situación pueden influir en nuestra evaluación de los posibles resultados. Una emoción positiva puede llevarnos a subestimar los riesgos y sobrestimar los beneficios, mientras que una emoción negativa puede tener el efecto opuesto.

 

El estado de ánimo general puede sesgar nuestras decisiones de manera significativa. Cuando estamos de buen humor, tendemos a tomar decisiones más optimistas y arriesgadas, mientras que un estado de ánimo negativo puede hacernos más cautelosos y pesimistas. Este sesgo de estado de ánimo puede afectar no solo la decisión que tomamos, sino también nuestra percepción de las alternativas disponibles.

 

Cómo Mejorar la Toma de Decisiones en Función de las Emociones

  • Desarrollar la Auto-Conciencia Emocional: La auto-conciencia es clave para entender cómo nuestras emociones afectan nuestras decisiones. Tomarse un momento para reflexionar sobre nuestro estado emocional antes de tomar una decisión puede ayudarnos a identificar si nuestras emociones están influyendo de manera desproporcionada en el proceso.
  • Utilizar Técnicas de Regulación Emocional: La regulación emocional, como la práctica de la atención plena (mindfulness) y la respiración profunda, puede ayudarnos a manejar nuestras emociones y a mantener la calma durante el proceso de toma de decisiones. Esto nos permite evaluar las opciones de manera más objetiva y equilibrada.
  • Consultar con Otros: Hablar con amigos, familiares o colegas sobre una decisión importante puede proporcionar una perspectiva externa y ayudar a equilibrar el impacto de las emociones personales. A veces, otras personas pueden ofrecer una visión más objetiva y basada en datos.
  • Establecer Criterios Claros: Definir criterios claros y específicos para tomar decisiones puede ayudar a minimizar el impacto de las emociones. Al centrarse en objetivos y resultados tangibles, podemos tomar decisiones más fundamentadas y menos influenciadas por nuestras respuestas emocionales inmediatas.
  • Las emociones juegan un papel crucial en la toma de decisiones, afectando cómo percibimos, evaluamos y actuamos en diferentes situaciones. Comprender esta influencia y aprender a gestionar nuestras emociones puede mejorar significativamente nuestra capacidad para tomar decisiones más equilibradas y efectivas. 

 

Carme Tuset

Fundadora y directora del centro Espacio Sistémico y Humanista. Licenciada en Psicología, formada en pedagogía sistémica, terapia Gestalt, chamanismo y Constelaciones Familiares directamente con Bert Hellinger. 

Con más de 35 años de experiencia.