El dinero que recibimos es la compensación a nuestro buen dar. El buen dar empieza por los padres, cuando aceptamos recibir incondicionalmente todo lo que nos dieron nuestros padres. Necesitamos devolver por agradecimiento, pero a los padres, no les podemos devolver lo mucho que nos han dado, por lo que instintivamente nos giramos hacia los demás, la pareja, el trabajo, y a ellos damos lo que hemos tomado de los padres, esto es el buen dar, y el entorno nos compensa y nos lo agradece con abundancia.
La autoresponsabilidad es “lo que me has dado es suficiente y ahora me encargo yo”, es ya no pedir más, o sea a los papas, que si no nos han dado cariño, que si no lo han hecho como queríamos, es: está bien, lo que nos han dado está perfecto es más que suficiente para poder estar aquí en esta vida, y del resto nos encargamos nosotros que somos adultos.
Quien tiene éxito laboral está al servicio de la vida. A través del éxito laboral se le dice a la mamá que se está al servicio de la vida al igual que ella lo estuvo al concebir y cuidar.
Cuando se está bien con la madre, esto quiere decir que la persona le dice Sí a la vida. Ello permitirá constantes ingresos monetarios, pero hay que resaltar que es importante y clave dar dinero, porque ese dinero que se invierte en cosas que propician el bienestar para una vida armónica -por ejemplo gastarlo en bienes y servicios, productos y oportunidades de desarrollo- se traduce en decirle sí a la vida, llevando un estilo cómodo y agradable para consigo. La madre da la vida. Como se trata a mamá, le tratará la vida.
Por el contrario, cuando se expresa constantemente “mi madre no me quiere”, la persona se está negando a que el mundo lo quiera, será víctima de constantes rechazos, y podrá abrumarse ante diferentes problemas al relacionarse socialmente, incluso a nivel laboral.
Papá es la capacidad que tiene el ser humano para mantener su status o incluso mejorarlo y seguir escalando. La relación con el padre refleja la fuerza y la disciplina que se requieren para seguir en las labores profesionales.
Asimismo, de una buena relación con el padre se adquiere la fuerza y la energía que se necesitan para tener éxito profesional y así producir dinero, manteniéndose en el puesto de empleo deseado y apresurándose en paralelo a nuevas oportunidades grandiosas para fomentar aún más la realización laboral, propulsar emprendimientos y posicionarse efectivamente en las diferentes áreas laborales. En este caso la relación con papá también se ve reflejada en la abundancia monetaria, ya que mientras más fluidez exista en las tareas realizadas a nivel profesional, mejorarán y aumentarán los ingresos.
El dinero como un objetivo, un lugar de nuestra vocación, las creencias adquiridas en la infancia sobre el dinero y la prosperidad, no sentirnos merecedores, no tomar la vida, no tomar a los padres, no asentir a la vida tal y como es, cargas sistémicas, fidelidad a la familia, miedo a perder la pertenencia, no superar a los padres, implicaciones sistémicas, creencias familiares, la ley de la atracción, nuestra actitud ante la vida, la envidia, la crítica, la queja, la autocompasión, el culpar a los otros, el miedo, la falta de agradecimiento, nuestras ideas, conceptos, bloqueos u obstáculos aprendidos en la vida...