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MECANISMOS PSICOLÓGICOS DEL ESTRÉS: LA MENTE BAJO PRESIÓN

El estrés, como hemos visto, es una respuesta fisiológica ante situaciones que percibimos como amenazantes. Sin embargo, es importante entender que nuestra mente juega un papel fundamental en cómo experimentamos y respondemos al estrés.

¿Por qué una misma situación afecta a diferentes personas de manera tan distinta? La respuesta, en gran medida, reside en cómo interpretamos los eventos. Nuestra percepción de una situación, más que la situación en sí, es lo que desencadena nuestra respuesta emocional, incluyendo el estrés.

 

La apreciación de la amenaza es el proceso cognitivo mediante el cual evaluamos si un evento, una tarea o una circunstancia representa un peligro o una demanda excesiva para nosotros. Esta evaluación, que ocurre en una fracción de segundo, determina si activamos nuestra respuesta de estrés.

 

Son múltiples los elementos que influyen en cómo interpretamos una situación como amenazante.

 

·         Los factores Personales como eventos traumáticos o situaciones estresantes vividas en el pasado pueden sensibilizarnos a ciertas amenazas.

·         Personas con rasgos como el neuroticismo o la ansiedad tienden a percibir más amenazas en su entorno.

·         Una baja autoestima puede llevar a interpretar situaciones neutrales como críticas personales.

·         Nuestras expectativas sobre cómo deben ser las cosas influyen en cómo reaccionamos ante lo inesperado.

·         El entorno social, las normas culturales y las expectativas de nuestro grupo pueden influir en nuestra percepción de la amenaza.

·         La inminencia, la gravedad y la incertidumbre de la amenaza influyen en nuestra respuesta. Una amenaza inminente y grave suele generar más estrés que una amenaza lejana y poco probable.

·         La percepción de contar con los recursos necesarios para afrontar la amenaza influye en nuestra respuesta. Si creemos tener los recursos suficientes, la amenaza se percibirá como menos intensa.

·         Personas con un estilo de pensamiento catastrofista tienden a exagerar las consecuencias negativas de una situación.

·         Tendemos a prestar más atención a los estímulos que confirman nuestras creencias, lo que puede reforzar nuestra percepción de amenaza.

·         El estrés prolongado puede aumentar la sensibilidad a nuevas amenazas, creando un ciclo vicioso.

·         Problemas de salud pueden aumentar la percepción de vulnerabilidad y hacer que las situaciones se perciban como más amenazantes.

 

¿Qué podemos hacer para cambiar nuestra interpretación?

  • Reestructuración cognitiva: Identificar y desafiar nuestros pensamientos negativos y reemplazarlos por pensamientos más realistas y positivos.
  • Mindfulness: Practicar la atención plena nos ayuda a observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, lo que nos permite distanciarnos de ellos y responder de manera más saludable.
  • Terapia: Un terapeuta puede enseñarnos técnicas específicas para modificar nuestros patrones de pensamiento y reducir el estrés.
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Por tanto, recuerda que en el estrés, nuestra interpretación de los eventos juega un papel fundamental en la experiencia del estrés. Al aprender a identificar y desafiar nuestros pensamientos negativos, podemos reducir nuestra vulnerabilidad al estrés y mejorar nuestra calidad de vida.