TERAPIA PARA EL ESTRÉS Y EL TRAUMA

Hay acontecimientos y situaciones que nos pasan en la vida que no siempre sabemos gestionar. Llegan por sorpresa y no estamos preparados para afrontarlos. Pueden ser accidentes, enfermedades, muertes, desastres naturales, abusos físicos, emocionales o sexuales, pérdidas, robos... Todas estas situaciones nos pueden generar emociones fuertes y, incluso, traumas.

El trauma se podría definir como una herida que perdura en el tiempo y puede ser provocado por diferentes situaciones. En cualquier caso, es una emoción muy fuerte o una impresión negativa fuerte que produce daños que perduran.

Puede aparecer debido a un miedo de gran intensidad (un terror) o porque te has incapaz de manejar un peligro real o potencial, en cualquier edad. Si lo has sufrido a la infancia o en la adolescencia, es más fácil que haya estado difícil de gestionar porque no disponías de los recursos y de las herramientas que puede tener una persona adulta.

Hay algunos síntomas que pueden indicar que has sufrido un trauma:

• Puede ser que recuerdes constantemente el que te ha pasado o que lo elimines de la memoria como si no hubiera pasado nunca.
• Sientes emociones como ira, miedo, tristeza, vergüenza, confusión, culpa, irritabilidad...
• Te cuesta dormir porque tienes pesadillas.
• Sientes ansiedad y nerviosismo a todas horas.
• Tienes dificultad para concentrarte.
• Tenso flashbacks o escenas retrospectivas de la situación vivida...

Si sientes que tienes un trauma que está dificultando tu día a día y te gustaría recibir ayuda, contacta con nosotros.